Buenos
días:
Me llamo Isabel Espinoza Gastelum. Tengo 59
años, Nací en Culiacán, Sinaloa, soy Licenciada en Contaduría Pública. Madre de
dos hermosas hijas, Mi hija mayor Esmeralda Elizabeth Josefina, mi hija menor
Cristal Rubí.
Mi pequeña hija nació con síndrome de Down,
los primeros años fueron difíciles porque fue una niña muy enfermiza por su
condición, siempre con alimentación especial y dormir un poco menos como es
normal por sus cuidados especiales, era una niña muy hermosa y muy inteligente.
Mi hija mayor Esmeralda, siempre fue brillante, siempre destaco con las mejores
calificaciones, se graduó con honores y se titulo de abogado. ¿Yo? Estos
últimos años de mi vida no ejercí, solo me dedique a cuidar a mi familia, a mi
amado esposo el Lic. Isidro Hernández que conocí, siendo muy joven, cuando yo
entre a trabajar aun siendo pequeña en una granja donde su padre era el
propietario y yo era la secretaria en
ese lugar. Él no estudiaba, no me costó mucho convencerlo de que retomara sus
estudios y un día me dio la sorpresa de que ya estaba inscrito en la
universidad. Nos casamos, se graduó, yo seguí estudiando, termine mi
Licenciatura, ejercí unos años, hasta que nació mi hijita mayor Esmeralda, y ya
me dedique por completo a ella. Nosotros amábamos pasear todas las noches
recorriendo el malecón desde que éramos novios, muchos fines de semanas nos
arrancábamos a la hermita subiendo por la carretera de Durango, y pasábamos el
fin de semana acampando en familia, haciendo carne asada y disfrutando un poco
de la naturaleza. Nunca imagine que un día, alguien me asesinaría y me
arrojaría por las laderas de esa
carretera con una bala en mi cuerpo y el en cuerpo de mis dos hijas y mi amado
esposo.
Si,
eso nos hicieron, cobardemente nos asesinaron y trataron de ocultar nuestros
cuerpos arrojándonos al abismo entre rocas y monte ladera abajo, donde solo
Dios y esos delincuentes cobardes sabían nos encontrábamos. Nunca perdí la
esperanza de que alguien nos encontraría porque siempre he creído en Dios y en
su gran amor, y el no podía permitir que nuestros cuerpos permanecieran ocultos
para siempre y por ende nuestro asesinato, porque era mas fácil creer que
habíamos huido como se ha dicho, que darnos por asesinados, por muertos. La
memoria de mi esposo esta limpia sé que lo han querido ensuciar con tantas
cosas políticas, pero el solo cumplió con su trabajo y solo cumplió ordenes de
mas arriba no se de donde, pero creo que indagando y con los juicios que se
estaban llevando a cabo ya estaba por esclarecerse todo eso que ahora le
imputan, ya no esta el aquí entre ustedes para poder defenderse, pero de todo
hay registros legales y no hay mas ciego que el que no quiere ver.. Lo que si
es verdad que nos ASESINARON y no se el motivo, siempre viví mi vida con decoro
y dentro de las normas que la sociedad ha impuesto como sanas y autenticas- Mis
últimos años los dedique a la oración en el templo con mi pueblo, con el
pueblo, que son las personas que nos reuníamos para hacer oración por todos
aquellos que lo necesitaban, por aquellos que buscaban consejo y una sanación
del alma, siempre cada domingo me podían encontrar orando con mi gente la gente
que me seguía y conocía a quien hice todo por ayudar, y ahora me siento triste
por no poder estar con ellos aconsejándolos y orando, hoy les toca a ustedes a
ti que me lees pedir a dios por mi, por la justicia, divina, por la justicia
humana porque no quede impune el asesinato de mi esposo Lic. Isidoro Hernández
y mis dos hijas Esmeralda y Ruby. Gracias, espero poder regresar pronto a escribirles
un poco mas de mi vida, Un día Domingo
17 de Marzo por la noche salí a pasear con mi familia y ya no pude regresar a
mi dulce hogar. Hoy estoy en espera de que me analicen el ADN para que mi
familia pueda darme Cristiana sepultura, cuatro ataúdes, cuatro maravillosas
vidas en plenitud y cegadas por unos COBARDES ASESINOS que no tienen a Dios en
su corazón ni en su vida. Hoy esperan mi ADN, quien te dice que mañana no estén
esperando el resultado del tuyo, cuídate mucho, vive plenamente porque no sabes
cuando un cobarde decida que ya no tienes derecho a estar entre los vivos.
Gracias
y hasta siempre
Lic.
Isabel Espinoza Gastélum.
No hay comentarios:
Publicar un comentario