jueves, 6 de junio de 2013

Buenos Días, Soy Isabel

Buenos días:

Me llamo Isabel Espinoza Gastelum. Tengo 59 años, Nací en Culiacán, Sinaloa, soy Licenciada en Contaduría Pública. Madre de dos hermosas hijas, Mi hija mayor Esmeralda Elizabeth Josefina, mi hija menor Cristal Rubí.
Mi pequeña hija nació con síndrome de Down, los primeros años fueron difíciles porque fue una niña muy enfermiza por su condición, siempre con alimentación especial y dormir un poco menos como es normal por sus cuidados especiales, era una niña muy hermosa y muy inteligente. Mi hija mayor Esmeralda, siempre fue brillante, siempre destaco con las mejores calificaciones, se graduó con honores y se titulo de abogado. ¿Yo? Estos últimos años de mi vida no ejercí, solo me dedique a cuidar a mi familia, a mi amado esposo el Lic. Isidro Hernández que conocí, siendo muy joven, cuando yo entre a trabajar aun siendo pequeña en una granja donde su padre era el propietario y yo era la secretaria  en ese lugar. Él no estudiaba, no me costó mucho convencerlo de que retomara sus estudios y un día me dio la sorpresa de que ya estaba inscrito en la universidad. Nos casamos, se graduó, yo seguí estudiando, termine mi Licenciatura, ejercí unos años, hasta que nació mi hijita mayor Esmeralda, y ya me dedique por completo a ella. Nosotros amábamos pasear todas las noches recorriendo el malecón desde que éramos novios, muchos fines de semanas nos arrancábamos a la hermita subiendo por la carretera de Durango, y pasábamos el fin de semana acampando en familia, haciendo carne asada y disfrutando un poco de la naturaleza. Nunca imagine que un día, alguien me asesinaría y me arrojaría  por las laderas de esa carretera con una bala en mi cuerpo y el en cuerpo de mis dos hijas y mi amado esposo.
Si, eso nos hicieron, cobardemente nos asesinaron y trataron de ocultar nuestros cuerpos arrojándonos al abismo entre rocas y monte ladera abajo, donde solo Dios y esos delincuentes cobardes sabían nos encontrábamos. Nunca perdí la esperanza de que alguien nos encontraría porque siempre he creído en Dios y en su gran amor, y el no podía permitir que nuestros cuerpos permanecieran ocultos para siempre y por ende nuestro asesinato, porque era mas fácil creer que habíamos huido como se ha dicho, que darnos por asesinados, por muertos. La memoria de mi esposo esta limpia sé que lo han querido ensuciar con tantas cosas políticas, pero el solo cumplió con su trabajo y solo cumplió ordenes de mas arriba no se de donde, pero creo que indagando y con los juicios que se estaban llevando a cabo ya estaba por esclarecerse todo eso que ahora le imputan, ya no esta el aquí entre ustedes para poder defenderse, pero de todo hay registros legales y no hay mas ciego que el que no quiere ver.. Lo que si es verdad que nos ASESINARON y no se el motivo, siempre viví mi vida con decoro y dentro de las normas que la sociedad ha impuesto como sanas y autenticas- Mis últimos años los dedique a la oración en el templo con mi pueblo, con el pueblo, que son las personas que nos reuníamos para hacer oración por todos aquellos que lo necesitaban, por aquellos que buscaban consejo y una sanación del alma, siempre cada domingo me podían encontrar orando con mi gente la gente que me seguía y conocía a quien hice todo por ayudar, y ahora me siento triste por no poder estar con ellos aconsejándolos y orando, hoy les toca a ustedes a ti que me lees pedir a dios por mi, por la justicia, divina, por la justicia humana porque no quede impune el asesinato de mi esposo Lic. Isidoro Hernández y mis dos hijas Esmeralda y Ruby. Gracias, espero poder regresar pronto a escribirles un poco mas de mi vida, Un día  Domingo 17 de Marzo por la noche salí a pasear con mi familia y ya no pude regresar a mi dulce hogar. Hoy estoy en espera de que me analicen el ADN para que mi familia pueda darme Cristiana sepultura, cuatro ataúdes, cuatro maravillosas vidas en plenitud y cegadas por unos COBARDES ASESINOS que no tienen a Dios en su corazón ni en su vida. Hoy esperan mi ADN, quien te dice que mañana no estén esperando el resultado del tuyo, cuídate mucho, vive plenamente porque no sabes cuando un cobarde decida que ya no tienes derecho a estar entre los vivos.

Gracias y hasta siempre


Lic. Isabel Espinoza Gastélum.

No hay comentarios:

Publicar un comentario